Hoy quiero celebrar este proyecto: Sanadhi, además otro año más de vida, la familia, los amigos. Festejar la vida cobra valor hoy, pues las circunstancias que vivimos nos confirman lo efímeros que somos, lo importante de cuidar la salud, el bienestar y el entorno que nos rodea.
Llega un nuevo cumpleaños para mí, siempre me ha gustado festejar este día y en este momento creo que cobra más sentido el hecho de celebrar la #vida. El año pasado con todo y sus particularidades tuvo cabida un periodo de tiempo especial. Para muchos fue una oportunidad de introspección, de mirar adentro. Para mí fue la oportunidad de dar rienda suelta a un proceso de #creación que ya había empezado, además, de desarrollo personal, de continuar un proceso de autoconocimiento interesante.
Justo ese mensaje me llegó hace unos meses: un año atrás, empezaron a llegar personas, maestros que me mostraron otros caminos para transitar, nuevas posibilidades en la película en que nos montamos cada día. Muchas de las enseñanzas apuntaban a observarme y con ello, a observar el mundo interno de emociones y pensamientos que me habitan, que se convierten en acciones y comportamientos. Aparece entonces un factor que no había considerado: conocer el origen, observar la #familia de dónde venimos, que deja huella y determina el #ambiente, la banda sonora y los personajes de la película en que viviremos siempre, a menos de que decidamos hacer una pausa para empezar a elegir de forma consciente una ambientación, acompañantes y música diferentes para nuestra historia.
Precisamente indagando sobre mi origen y las circunstancias de las que no tengo recuerdos conscientes, en una de esas conversaciones que se vuelven importantes en la vida, una con mi #madre, me enteré de algunos detalles importantes sobre mi infancia. Ya había escuchado historias en la familia de esa época: anécdotas de mis hermanas cargando la nueva integrante de la familia, bastante pequeña y dormilona, o sobre un posterior compañero de travesuras: un lindo #gato "el mono" que yo solía perseguir mientras manejaba el caminador por los corredores de mi casa en el pueblo.
El caso es que recientemente empezó a despertarse en mí un mayor interés por ejemplo, en el hecho de que fui una bebé prematura, ¿cómo sería?
¿Qué implicaría para mí madre en #embarazo afrontar esa situación?
Sobretodo en un pueblo lejano con un acceso muy limitado a la atención de un parto con cierto riesgo. Otra circunstancia especial es que nací muchos años después de mis hermanas, fui una bebe no planeada, algo así como "el accidente".
Esos relatos volvieron de nuevo a mi memoria hace poco, al realizar un trabajo personal para la #sanación de algunos síntomas, usando la recapitulación con la guía de Marisol: @lamdemar de Sirio Casa Estudio, fui consciente de un momento que tiene mucho que ver con mis comportamientos y la forma en que veo la vida: mi nacimiento. El asunto es que al observar esas circunstancias del #nacimiento, volver a sentir y conectarme con ese momento usando la recapitulación y además con la herramienta de #constelacionesfamiliares con Luz Marina Bravo: @constelacionesmede, me di cuenta que no fue un momento fácil en la vida de mi madre, pues había perdido el bebé que nació antes y pues la idea es que en ese momento de su vida ya se había "cerrado la fábrica", pero Oh sorpresa! Faltaba alguien más en la familia.
Este hallazgo me hizo honrar más a mi mamá, reconocer su valentía. A pesar de que incluso había sido advertida "si vuelve a quedar en embarazo, se puede morir, junto con el #bebé", creo que pensó que lo que quedaba era estar pendiente, alerta, para evitar complicaciones, correr la menor cantidad de riesgos posibles para naciera esta pequeña "monita". Por otro lado, probablemente para mi papá era un chance, una nueva oportunidad para que llegara el hombresito que anhelaba, así lo sentí, puesto que anduve detrás suyo siempre en mis primeros años.
Estar alerta, #ansiosa y un poco aburrida de que me despertien "antes de tiempo", son sensaciones que he vivido con frecuencia, en el momento en que fui consciente de esas circunstancias de mi nacimiento entendí más de mí. Sentí gran conexión con esa idea, con ese, el primer momento de vida afuera del vientre, separada de mi madre "antes de tiempo", algo que suena un poco loco pero con tanto sentido.
¿Se han preguntado o han tenido la oportunidad de conocer o conversar del tema con su madre o su familia? Es una propuesta chévere en este camino de autoconocimiento, si resuenan con ella, pueden compartirme la experiencia.
Por otro lado, así como he encontrado unos maestros tesos y especiales, he sido consciente de lo feliz que me hace acompañar a otros en ese camino de sanación de síntomas. La idea es que ser docente es algo que me encanta, parte de su encanto tiene que ver precisamente con conversar con otros, escuchar y compartir diferentes puntos de vista, teniendo claro que la mía no es la verdad, pues verdades diferentes existen tantas como personas, sin embargo, con las herramientas indicadas se puede llegar e encontrar el origen de síntomas, de dificultades, llendo a ellas para observar, sanar y resignificarlos.
En este camino de ser un canal para la sanación y liberación, me han acompañado amigos, personas cercanas que con una humildad y apertura abundantes han accedido a atender mi llamado, dedicando tiempo y enfocando su atención inicialmente con el plan "Sembrando Transformación". Un plan que surgió en 2018 y empecé a aplicar, haciendo seguimiento de los resultados, toda #ingeniera, recibiendo sugerencias de mejora geniales e interesantes. Hoy guardo más gratitud con todos ellos, en la imagen aparecen algunos, faltan otros, los quiero y los llevo en mi corazón por su generosidad, por seguirme en estos planes medio locos.
Con este plan como antecedente el año pasado nació la marca Sanadhi, con la ayuda de otro combo de amigos, profesionales tesos en temas digitales, gente amable y generosa. Como lo mencioné, en este camino me he encontrado con personas que han recorrido un trayecto mayor que el mío. Creo que cuando el alumno está preparado, le llegan los maestros, y sí que me han llegado, personas de quienes sigo aprendiendo nuevas técnicas y herramientas valiosas en este propósito. He conectado además con otras personas a las que estoy abierta a servir, dispuesta a acompañar desde mis conocimientos y experiencias, en especial cuando se presentan circunstancias que se convierten en mensajes: dolores en forma de síntomas en el cuerpo o situaciones poco agradables que se repiten... Algo hay por ajustar allí, en ese cuento en que andamos metidos.
Creo y confío en que el #bienestar, la buena salud, la paz y #tranquilidad son los estados naturales de los seres humanos. Así como nos enseña la naturaleza: nada hace falta, nada es un problema, lo que hay son situaciones por afrontar y resolver, sin embargo tenemos las herramientas, es cuestión de percepción, de acomodar ese mundo interno para llevar a cabo las acciones correctas y poder materializar las soluciones necesarias en cada momento. Sucede que a veces solos no encontramos esas respuestas, un observador externo suele ofrecer otras visiones que no hemos contemplado sobre la situación y nuevas posibilidades de solución, basta con tomar la decisión, darle permiso de aflorar a esa "mente de principiante", abrirse a recibir con curiosidad, dedicando tiempo y #atención para escuchar esas respuestas o soluciones.
Algo que he podido observar en este camino de aprendizaje es que es frecuente el pensamiento común de normalizar síntomas o circunstancias difíciles que nos hacen dudar de esos estados de paz y bienestar como los más naturales. Es posible que creamos que eso es para otros, encontrando personas que sin ser conscientes de ello, elijen normalizar el sufrimiento, en forma de relaciones difíciles, de síntomas físicos, carencia, #tristeza o angustia permanente.
El mundo de las #emociones, pensamientos y creencias alimentan la salud mental, un aspecto que ha cobrado valor con esta crisis que vive la humanidad. El asunto es que esos factores son los que determinan cómo nos movemos en la vida, precisamente la palabra emoción viene de la raíz motion: #movimiento. Seguramente lo hemos visto cuando hay situaciones de miedo o incluso de pánico que nos llevan a correr a velocidades que en circunstancias normales son difíciles de lograr. Reconocer y gestionar las emociones es un ejercicio que ayuda bastante a recobrar el equilibrio. Precisamente en un curso chévere con Azul yoga @azulyoga en estos días, realicé un ejercicio interesante del tema: hacer un inventario de las emociones al final del día por un tiempo determinado, unas semanas, nos puede hacer consciente de las que llegan con mayor frecuencia y de las situaciones que las generan.
Además de las emociones, los #pensamientos y creencias que tenemos sembrados son una fuente que nos lleva a movernos y comportarnos de cierta manera. Cuando somos conscientes de ellos podemos elegir conscientemente las palabras y actos, sin embargo es necesario saber que hay una inercia que tratará de llevarnos a reaccionar o responder ante las otras personas y las circunstancias como siempre lo hicimos, del modo que conocemos, con el que estamos programados. De aquí la importancia de una herramienta que implica prestar atención, estar presentes en cada momento, para evitar que se active el piloto automático: "mindfulness", o #conscienciaplena.
Vale la pena buscar acompañamiento, existen múltiples opciones de técnicas que contribuyen con este propósito de hacer una pausa en la carrera de la vida, para soltar cargas, aligerarnos y liberarnos: practicar #yoga, meditación, además, terapias como la recapitulación y otras, que ayudan enormemente cuando se desea romper la inercia, hacer cambios, expandir la consciencia, andar el camino de la sanación. Vale la pena disfrutar este rato en la tierra, esta #aventura de la vida con buena salud física y mental, conectados con la realidad interna: con el cuerpo y nuestra esencia, en comunión con la externa: las personas, la tierra, la naturaleza, la fuente creadora; practicando el #equilibrio y abrazando la existencia con plenitud.
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